-ACTUALIDAD ACADÉMICA-
Con un oloroso comenzamos el primer Ágape
Gastronómico del año 2013. Sobre la terraza alta del Restaurante Palacete de la Seda fuimos
recibidos por el incomparable paisaje de la huerta murciana. Acogidos en
esa irrepetible antesala por Paco Fuentes y su espléndido equipo
de cocina y sala, nos iniciamos en las claves gastronómicas del paisaje
circundante. Impulsado por nuestro académico D. José Luis Durán, "Paisaje en la Gastronomía" supuso una
original puesta en escena para adentrarnos en la diversidad de sabores,
olores y colores de un patrimonio cultural y paisajístico irrepetible,
como es la extensa huerta que rodea la capital del Segura.
Cuando tantos hablan
de volver a la cocina de proximidad como si de un redescubrimiento se tratara,
este ágape gastronómico puso sobre la mesa que la cocina tradicional murciana
es claro ejemplo inmemorial no sólo del una tierra crisol de culturas y cruce
de civilizaciones sino también de la duradera simbiosis del hombre y su entorno
natural más cercano. El pausado ágape se vio acompañado por un paisaje
cambiante a medida que las horas pasaban; ese entorno mutable ofreció el
inmejorable marco para poner sobre la mesa cómo desde la antigüedad se ha
valorado la calidad de los alimentos en función de su origen y de su capacidad
para incorporar los sabores de la tierra y del paisaje de donde
proceden.
Hasta tal punto consideramos importantes los valores que incorpora un producto en función de su procedencia que esa identificación ha pasado a ser considerada socialmente como un bien jurídico y se ha reconocido y protegido por el Derecho a través de las denominaciones de origen protegidas o en las indicaciones geográficas protegidas.
La Huerta, en el plato |
Hasta tal punto consideramos importantes los valores que incorpora un producto en función de su procedencia que esa identificación ha pasado a ser considerada socialmente como un bien jurídico y se ha reconocido y protegido por el Derecho a través de las denominaciones de origen protegidas o en las indicaciones geográficas protegidas.
La principal cuestión que podemos
plantearnos es si en la identificación del paisaje concurren junto con la vista
otros sentidos – el olfato, el oído, el tacto o el gusto - .
La respuesta ha de ser afirmativa. El aroma de las flores, el sabor de los
productos de la tierra o determinados sonidos o incluso el silencio pueden ser
tan importantes o más que la vista a la hora de identificar un paisaje, siendo
elementos esenciales para identificarlo, singularizarlo y valorarlo. En
consecuencia, podemos afirmar como conclusión que el paisaje también puede ser
percibido a través del gusto. La cuestión no es baladí, puesto que si el
gusto –la gastronomía- es parte de los elementos constitutivos y definidores de
un paisaje que se considere valioso, podrán obtener protección del Derecho que
extendería su protección sobre los más diversos aspectos.
Tomates cherry |
Efectivamente, si entendemos por paisaje “cualquier
parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter sea
resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos” tendremos
como resultado que la población, a través del sentido del gusto, puede llegar a
identificar y lo que es más importante, a considerar dignos de protección
determinados paisajes en función de sus productos gastronómicos.
Concluyamos considerando la gastronomía,
al igual que el paisaje, como el resultado de la acción y la interacción de
factores naturales y humanos. Tanto la una como el otro pueden ser considerados
resultado del denominado espíritu
del pueblo –Volksgeist-, como producto
concebido en la recóndita fragua que da forma a la historia y devenir de una
comunidad humana y su entorno.
Pera limonera |
Documentación
del Ágape Gastronómico en nuestra Biblioteca Digital.
El
menú
"El paisaje
en la gastronomía. Una aproximación jurídica"
(entradas)
Tomate Cherry,
anchoas y leche de almendra
Menestra de verduras
de otoño con brotes tiernos y tocino curado al pimentón
Menestra de verduras
de otoño con brotes tiernos y tocino curado al pimentón
Alcachofa frita
con brandada de bacalao, pil pil torrefactado y huevas de mújol
Royal de cabezas,
de gamba roja de Águilas con su cuerpo y consomé de ajos tostados
Calamar en tiras
con crema de coliflor, crudos y tonos herbáceos
(principales)
Arroz de Calasparra con cabrito
y cebolleta roja en vinagre
La Huerta en el plato
Denton de espinacas tiernas
y crema de queso de la Región
(postres)
Cuajada de leche de cabra
con calabaza y arrope
Pera limonera,
con toffe, cardamomo y cacao
* Bebidas y vinos regionales de la Bodega Castaño.
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